Son una tendencia cíclica: años atrás tuvieron su auge, luego fueron temporalmente relegadas a lo reto, para ahora volver a ser la prenda de moda. Los pantalones de pitillo se ajustan al largo y ancho de la pierna, y no se limitan en cuanto a estilo se refiere.
Los hay formales, casuales y, por supuesto, de jeans. Varía ligeramente la longitud, ya que algunos terminan un poco antes del tobillo, pero en general cubren hasta donde inicia el calzado.
Entre sus ventajas está el alargar la figura y hacer ver las piernas más delgadas y largas, sobretodo cuando se usan con zapatos de tacón alto. Usarlos con sandalias deja asomar fragmentos de la piel del pie, lo que le viene bien al contorno que se forma de los músculos de las piernas.
Al portarlos se obtiene cierta sensación de ligereza y practicidad, ya que evita esos oleajes de tela que se producen con los pantalones de campana amplia y cuyo movimiento puede resultar incómodo para algunas chicas.
Pronuncian la curva de la cadera, y tienen la ambivalencia de uso para ocasiones tanto formales como informales. El tono de eso lo confirmarás con el calzado que elijas, ya que no solo puedes usarlos con sandalias de tacón alto, sino también con flats, botas largas y zapatilla de tacón.
Foto: hola
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