Mucho se ha hablado sobre la relación entre las carnes rojas y el riesgo de cáncer. La comprobación tardó años en llegar, con un estudio realizado por profesionales de la American Cancer Society. Este estudio fue realizado en una muestra de 150 mil adultos mayores residentes en estados con alto índice de cáncer colorectal.
Estudios los confirman
Los resultados del estudio arrojaron que el consumo prolongado de carnes rojas está directamente asociado con el desarrollo del cáncer en el colon y el recto. En oposición, el consumo prolongado de pollos y pescados fue inversamente asociado con estos padecimientos.
Igualmente, un grupo de científicos británicos corroboró esta afirmación tras una investigación en la que lograron demostrar que las carnes rojas deterioran el ADN del organismo, ya que producen sustancias dañinas para éste al ser digeridas.
Estos estudios tuvieron en cuenta otros factores de riesgo para las enfermedades crónicas tales como la edad, el índice de masa corporal, la actividad física y el historial familiar de enfermedad cardíaca y cáncer.
La carne roja, y especialmente la carne procesada, contiene ingredientes que aparecen vinculados a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, entre ellos hemohierro, grasas saturadas, sodio, nitritos y ciertos cancerígenos que se forman al cocinar.
Recomendaciones ante el consumo
- Según la evidencia científica, lo recomendable es disminuir el consumo de carnes rojas a 3 o 4 veces al mes para evitar los riesgos de desarrollar cáncer. El alto consumo de carnes rojas también ha sido asociado con enfermedades como la artritis inflamatoria, enfermedades cardíacas y problemas renales.
- Evita las carnes procesadas como el jamón, el salami y las salchichas. Los agentes cancerígenos se forman cuando estas carnes se conservan y pueden dañar el ADN de las personas. Si no puedes eliminarlos del todo porque son los favoritos de la familia, sírvelos de vez en cuando.
- No tienes que privarte de los bifes o las hamburguesas, sino limitarlos a unas 3 porciones de 170gr a la semana. Sustituirlos por pescado o pollo (quitale la piel antes de cocinarlo).
- ¿Quemar la carne? Definitivamente no, cuando se queman las carnes a altas temperaturas, se forman sustancias llamadas aminas heterocíclicas (AHC) que dañan los genes y son las que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer del estómago (gástrico) o del colon.
Los expertos señalan que se necesitan más estudios para determinar por qué el consumo de la carne roja se asocia a unos tipos de cáncer y no a otros. Mientras tanto, recomiendan reducir el tiempo de preparación de la carne y el de su exposición a altas temperaturas y fuentes de fuego abierto.
NOTA: Este post ha sido editado para mejorar la calidad de su contenido….
Foto: Didby Graham
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Sedebe comer carnes rojas 1 vez por semanan por su gran aporte de hierro esàs deben ser magras o sea sin grasa, no se aconseja comer achuras.