Muchas son las personas en el mundo que padecen de una enfermedad como es la obesidad, y algunos suelen tomar consciencia a tiempo de lo dañino que puede llegar a ser para el organismo, porque verse bien por fuera, es el reflejo de lo bien que nos encontramos por dentro.
Luego de adelgazar, sobre todo cuando de perder muchos kilos se trata, quedan rastros visibles que suelen ser bastante desagradables, y las cirugías post obesidad, son una excelente solución.
Los especialistas antes de someter al paciente a este tipo de intervenciones, suelen recomendar:
- Que el paciente haya alcanzado el peso ideal, y lo mantenga siendo estable.
- Que además de sus hábitos alimentarios nuevos haya cambiado su vida y comprenda la importancia de hacer actividad física «todos los días».
- Que realice tratamientos reafirmantes para la piel que quedó sobrante.
Las cirugías como cualquier otro tipo de intervención tienen riesgos y dejan cicatrices, por lo que el especialista será el encargado de determinar cuando es el momento exacto para realizarlas, es importante que el paciente no se encuentre débil y que haya cambiado todos sus hábitos sedentarios. Muchos de estos tratamientos dejan cicatrices visibles y otras no tanto, y el paciente debe ser consciente que convivirá con ésto y es el único responsable de una correcta recuperación.
