La ingesta dietética aconsejada para la fibra se ubica alrededor de los 14g por cada 1.000 kcal. de gasto energético diario, sus beneficios influyen en:
Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, las personas que introducen la ingesta de cereales integrales en su alimentación diaria presentan un riesgo menor de sufrir cáncer colon rectal.
Incrementar la sensación de saciedad. Su inclusión diaria en la dieta favorece a que se coma menos y que se elijan alimentos menos calóricos ayuda a controlar el peso y a prevenir, como a tratar la obesidad.
¿En qué otras enfermedades ayuda la alimentación integral?
Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades coronarias. El consumo diario de cereales integrales, principalmente aquellos con fibra soluble (avena y cebada) reduce los valores plasmáticos del LDL-colesterol (o colesterol «malo»), de la presión arterial, y se obtiene una mejoría de las respuestas de la insulina y de la glucosa, vinculados con las patologías cardiovasculares asociadas al estilo de vida.
Disminuye el riesgo de padecer diabetes, muchos estudios asocian una ingesta correcta de los cereales integrales con la mejora del pronóstico de sufrir esta enfermedad.
Favorecer el pronóstico y la evolución de diversas patologías gastrointestinales como el reflujo gastroesofágico, la úlcera duodenal y la diverticulitis.