Los bebés son capaces de escuchar y distinguir sonidos ya desde su vida intrauterina. Desde un primer momento pueden percibir los latidos cardíacos y los movimientos respiratorios maternos, los cuales los hacen sentir acompañados y seguros. Estos indicadores incluso le serán de utilidad para calmarse una vez nacido. Es por este desarrollo temprano del sentido de la audición que muchos especialistas coinciden en la importancia de la música durante el embarazo, como sistema de relajación y de vínculo entre la madre y el bebé.
Efectos de la música sobre la mujer embarazada
La música produce sensaciones de relajación que al mismo tiempo permiten generar una descarga hormonal y de endorfinas que brindan bienestar, una frecuencia cardiaca sin sobresaltos y una respiración materna tranquila y rítmica.
Efectos sobre el bebé
El pequeño desarrolla su oído por competo a los 4 meses y medio de gestación y lo que mejor puede escuchar es la voz materna, la cual se transporta a nivel del sistema óseo. Los sonidos maternos son transmitidos por los huesos de la pelvis, y la vibración se traslada directamente al feto.
El niño posee la capacidad de distinguir estos sonidos de otros que suele escuchar de manera permanente, como los que emiten los órganos, fluidos internos de la madre o la respiración.
La música, cómo otro tipo de estímulos externos, colabora con la estructuración y el desarrollo del cerebro del niño, facilitando el establecimiento de la red neuronal y mejorando la función cerebral.
Algunos estudios dan cuenta de que si se expone a un bebé a una melodía determinada durante los últimos tres meses del embarazo, y después de los tres meses del nacimiento se repite esa melodía, los pequeños podrán realizar algunos gestos de reconocimiento.
Si bien no es importante el estilo de música que cada madre elija, la mayoría de los expertos coinciden en la tranquilidad y la calma que música lenta e instrumental pueden brindar a los bebés desde su etapa de gestación.
