Frente a la presencia de vómitos todas las madres solemos alarmarnos, pero es importante reconocer exactamente cual es la causa, dado que no es lo mismo que el niño se encuentre nauseabundo, porque está enfermo, a que haga arcadas frente a los alimentos que no son de su agrado.
En éste último caso lo mejor es restarle importancia, si bien una no sabe como es la mejor manera de actuar, es importante que tengamos claro que la salud de nuestro pequeño no está afectada y que no corre ningún tipo de peligros.
Debemos comprender que la atención y la preocupación que nos provocan esos vómitos es lo que ayuda a que decisivamente el niño mantenga esa actitud, por lo tanto nuestra reacción debe ser tranquila y con normalidad, como si se tratara de algo sin importancia.
El niño al ver que no reaccionamos, seguramente comience a cambiar de actitud, si bien no debemos esperar que se resuelva de la noche a la mañana la mejor receta para éstos casos es actuar con naturalidad y calma, de esa forma notarás que poco a poco deja de vomitar cuando algún alimento no le agrada, rechazándolo directamente.