Cuando los niños deciden no escuchar, están logrando llamar tu atención, aunque las pataletas y el llanto siempre serán su mejor táctica. Pero enseñarles a escuchar bien puede ayudarles a aprender más efectivamente, a oír las señales de peligro, a que se lleven mejor contigo y con sus maestros y a hacer mejores amigos. Existen varias estrategias simples que, al ser seguidas constantemente, pueden enseñar a los niños las habilidades que se necesitan para escuchar bien. Algunas de ellas a continuación.
– Refuerza tu mensaje: Usualmente es de mucha ayuda seguir tus instrucciones verbales con un número de otros mensajes, en especial si estás intentando alejar a tu hijo de una actividad que lo tiene muy entretenido. Por ejemplo, le puedes decir que es hora de ir a la cama y después dar alguna señal visual como apagar y encender la luz varias veces, una señal física como tocarle el hombro para que te ponga atención o una demostración como llevarlo a la habitación, correr las cobijas y señalarle la almohada.
– Motivación: Gritar órdenes a tu hijo puede producir resultados, pero nadie disfrutará el proceso. La mayoría de los niños responden mejor cuando los tratas con un buen humor. Por ejemplo, algunas ocasiones puedes utilizar una voz fingida o decirle el mensaje al ritmo de una canción, como por ejemplo para decirle que se cepille sus dientes. Y cuando siga tus instrucciones, puedes elogiarlo al final diciéndole que lo hizo muy bien.
El buen humor, la confianza y el amor que le demuestras a tu hijo cuando le hablas puede hacer que en realidad quiera escucharte, porque entonces estará seguro de que lo quieres y crees que es especial. Esto es un aspecto importante incluso si estás dando instrucciones que requieren firmeza. Debes recordar que para dar instrucciones claras y con autoridad no es necesario que utilices el mal humor, porque esos mensajes son más poderosos cuando se acompañan por un abrazo o una sonrisa, porque así tu pequeño sabrá que el prestarte atención vale la pena.
– Ser un buen modelo: Los niños en edad preescolar escucharán mejor si se dan cuenta que tu también sabes escuchar bien también. Haz que sea un hábito el escuchar a tu hijo con tanto respeto como lo harías con cualquier adulto. Mira a tu pequeño cuando te esté hablando, respóndele con amabilidad y déjalo terminar sin interrumpirlo. Aunque esto puede ser complicado cuando estás haciendo otras cosas como la cena, intenta no dejarlo hablando sólo o darle la espalda, porque si lo haces pensará que esa es la forma de comportarse.
Foto: Ruth L