Muchas veces cuando notamos que los niños comienzan a querer llamar la atención por todo los padres nos preguntamos, que les está sucediendo y el porque de esos cambios tan repentinos.
Lo cierto es que cuando un pequeño comienza a portarse mal, para llamarnos la atención, seguramente tiene sus razones, y nosotros no nos hemos dado cuenta, de todos modos tenemos que dejar bien en claro que no lo hacen para molestarnos.
Esto sucede, cuando el niño comienza a desplegar ciertas actitudes, que nada tienen que ver con una tontería, y la única manera que tiene de exteriorizar su situación de «crisis emocional» es mediante éste tipo de conductas, y necesita sentirse protegido y que le brindemos toda nuestra atención. Cuando son muy pequeñitos y todavía no saben hablar, el llanto es la expresión que sostienen para comunicarnos que algo no anda del todo bien, pero a medida que va creciendo, esas conductas se van adaptando en recursos un poco más avanzados, y nos encontramos con que el pequeño, nos esconde las cosas que necesitamos de urgencia, hace berrinches a la hora de salir, si tiene una fiesta, justamente va y se ensucia, son métodos y formas de decirnos, acá estoy, y no estoy de acuerdo, por favor tengan presente lo que yo siento.
En todos los casos debemos considerar la situación y analizar la gravedad de lo que al niño lo lleva a actuar así, y de ser reiterativo, y no poder por nosotros mismos, lo mejor es pedir ayuda profesional y consultar.