Nada peor que llegado el momento de tener que retomar las actividades cotidianas. A muchas madres nos ha costado tener que decidir dejar a nuestros hijos, para volver a trabajar, o continuar de alguna manera con nuestra profesión.
La sensación de desgarro, se mezcla con un sinfín de emociones, culpa, dolor, y muchas veces es más que necesario que las asumamos y nos hagamos cargo de ellas, para que así podamos manejarlas y asimilarlas de alguna manera. Es muy natural que sintamos que algo se esta rompiendo dentro nuestro al tener que dejar a nuestro bebé, dado que en el tiempo desde que ha llegado al mundo ha sido nuestro centro de atención, y gustosas hemos aprendido a girar en torno de él.
Es importante que tengamos en claro que esto va a suceder en algún momento vamos a tener que alejarnos de él, pero más allá de esto, la única manera que tenemos de aliviar todas esas preocupaciones que nos invadirán al momento de irnos a trabajar, es que tengamos plena seguridad, que al bebé no le faltará absolutamente nada, que las personas que lo cuidarán son las más indicadas, sean los abuelos, la niñera, o la guardería.
Si estamos seguras de que el estará bien, poco a poco irán desapareciendo nuestros miedos, y el tiempo de ausencia para retornar a casa, pasará mucho más rápido.
Foto: Gracias a edenpictures