Este tipo de patologías, afectan a los niños varones, y son causadas cuando se estrecha el prepucio ya sea por cuestiones genéticas, congénito, o por inflamación.
La fimosis o parafimosis, en los niños que la padecen provoca un estrechamiento que impide la retracción del prepucio sobre el glande. Y los padres debemos prestar mucha atención a ello. La parafimosis produce una constricción en la corona del pene del niño y dificulta el flujo sanguíneo, pudiendo provocar un estrangulamiento del mismo.
Durante los primeros años del bebé, sobre todo los primeros 24 meses este tipo de patologías como la fimosis, se presenta en un 80 % de los varones, y a partir de esta edad y siguiendo las recomendaciones que nos da el pediatra, va disminuyendo hasta desaparecer por completo.
Las erecciones nocturnas que tiene el bebé, colaboran , ya que fuerzan el anillo del prepucio, y con el correr del tiempo el niño descubre sus genitales y esto favorece significativamente, por eso no deberíamos retarlo si lo encontramos jugando con su pene, y cuando lo bañamos debemos enseñarle el correcto movimiento para que esta patología se corrija naturalmente.
Si persistiera en el tiempo, el médico seguramente nos recomendará alguna pomada o tratamiento, a la que si el niño no responde positivamente se recurrirá a la cirugía, dado que de no ser así se corre el riesgo, de que surjan infecciones, sobre todo repetitivas, y la parafimosis tenga lugar nuevamente.
Foto: Gracias a Nathan Jongewaard
