Explicando los orgasmos

Los orgasmos se sienten muy bien, mucho mejor que entrar en una piscina en el día más caluroso del año y que comerse una deliciosa hamburguesa cuando se tiene un hambre terrible. Por eso, está muy mal que no ocurra más frecuentemente, ya que estudios dicen que sólo el 25 por ciento de las mujeres tiene uno cada vez que tiene relaciones sexuales, mientras que el 90 por ciento de los hombres lo tienen cada vez.

Y es eso lo que los biólogos expertos en la evolución han tratado de explicar, sin mucho éxito. La doctora Elisabeth Lloyd afirma que el clitoris tiene la función indispensable de promover la excitación sexual, lo que lleva a que las mujeres tengan relaciones y queden embarazadas. Pero la incidencia del reflejo del orgasmo nunca ha podido ser ligada con una reproducción exitosa. Lo que quiere decir que porque las mujeres pueden quedar en embarazo con y sin orgasmo, los científicos no han podido averiguar porque los tenemos.

Lo mejor que han podido hacer los científicos es explicar paso a paso lo que lleva al orgasmo. Cuando se están realizando los juegos previos al sexo, se tiene una sensación de calor que sucede porque la sangre está fluyendo directamente hacia la vagina y el clítoris. Durante esta etapa, las paredes de la vagina empiezan a secretar lubricantes.

Mientras se va avanzando en la relación sexual, la sangre continúa fluyendo hacia el área pélvica, la respiración se vuelve más rápida, se aumenta el ritmo cardíaco, los pezones se ponen duros y se va construyendo la tensión en los genitales, pelvis, trasero y piernas, hasta que el cuerpo la libera en una serie de olas de placer que llamamos orgasmo.

El gran momento es en el que el útero, la vagina y el ano se contraen en interválos de 0.8 segundos. Un orgasmo pequeño puede consistir de tres a cinco contracciones, uno grande entre diez y quince. Por la parte cerebral, un estudio indica que las áreas en las que se encuentran el miedo y otras emociones se desactivan durante el orgasmo.

Foto: XirannisX en Off