Tratamiento para evitar parto prematuro

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Evitar parto prematuro

Si como futuras madres estamos atentas la detección de un parto prematuro puede detenerse mediante tratamiento que revoque las contracciones que podrían desencadenarlo.

Una vez realizada la consulta con el especialista, seguirá los pasos a apropiados para tratar de corregir esta complicada situación, ya que prolongar lo más que se pueda el embarazo hasta la fecha de término es lo mejor para ambos, tanto la madre como el futuro bebé.

Suele indicarse medicación antiespasmódica general o específica para el útero de esta manera se relaja y se evitan las contracciones. Muchas veces el reposo de acuerdo a cada caso en particular implica que la madre deje de trabajar y hasta puede implicar que mantenga cama hasta llegado el momento del parto.

A muchas madre esta situación les llena de angustia y tristeza, pero siempre debemos ser objetivas y buscar la solución más conveniente para cuidar la vida de ese pequeño bebé que llevamos en el vientre. Por otro lado el parto puede estar muy avanzado para intentar detener las contracciones, por diferentes razones, presión alta, sangrado, sufrimiento fetal y el médico entonces decidirá que es mejor que ese bebé nazca aunque sea prematuro.

En estos casos, el bebé necesitará de infraestructura artificial para terminar su gestación fuera del útero de su madre , por lo tanto y más allá de que hoy los avances de la ciencia han progresado muchísimo, lo mejor es intentar evitar este tipo de situaciones, ya que casi todas las amenazas de parto prematuro, si son detectadas, pueden corregirse a tiempo.

Quienes corren riesgo de parto prematuro

  • Las mujeres que hayan tenido o padecido anteriormente embarazos que no llegaron a termino.
  • Embarazadas que hayan comenzado el trabajo de parto antes de termino.
  • Futuras madres con anomalías uterinas, y cirugías previas.
  • Embarazadas que han tenido dos o más pérdidas en el segundo trimestre del embarazo.
  • Aquellas madres que poseen múltiples fibromas, cuellos incompetentes, y conizaciones cervicales.
  • Previo conocimiento de estar gestando un embarazo múltiple.
  • Las infecciones severas, si son detectadas a tiempo, pueden prevenir un parto prematuro.
  • Borramiento y dilatación cervical antes de la semana 36 de gestación, al igual que una actividad uterina aumentada antes de este período.
  • Las madres que padecen de placenta previa polihidramnio y sangrados pueden correr mayores riesgos de un parto prematuro.
  • Madres muy jóvenes menores de 18 años o madres mayores de 36 años.

Cualquiera de estas situaciones citadas anteriormente y sin sus cuidados respectivos podría desencadenar un trabajo de parto prematuro con todo lo que eso implica para un bebé que nace antes de tiempo. Así es que mamá si reconoces alguno de estos síntomas no dudes en consultar con tu obstetra de confianza.

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