Si bien lo más recomendable es que la primera vez que se depilen las cejas se haga con un profesional, las veces siguiente es posible hacerlo en casa teniendo ya presente la forma que favorece el rostro.
Aunque esta depilación se puede hacer mediante varias técnicas: con cera, pinzas o cremas, lo más recomendable al hacerlo en casa es retocar la primera forma que le dio el profesional de la peluquería, con una pinza. Lo mejor es hacerlo con luz natural.
Hay que comenzar por la parte interior del ojo, dando la forma deseada. Usar un cepillo para cejas es una buena opción ya que permite despejar la zona y delimitar bien lo que se quiere eliminar y lo que no. Si no se tiene se puede reemplazar por un cepillo de dientes pequeño que esté sin usar.
Luego despeinar las cejas hacia arriba y en el caso de tenerlas muy tupidas, se puede con mucho cuidado cortar los pelos que sobresalen, esto para quitarle volumen.
Un forma fácil de definir el comienzo de la ceja es usar un lápiz y ubicarlo verticalmente al lado de la nariz y para definir el final se pone el mismo lápiz sobre el medio del labio inferior y se inclina hacia el costado. Con estos movimientos, quedan bien marcadas las líneas imaginarias donde la pinza podrá actuar.
La forma que se le de a las cejas luego de la depilación es fundamental para la apariencia y expresión del rostro, si son demasiado finas o muy gruesas esto puede cambiar la forma imagen de manera abrupta. Por eso si no hay mucho ánimo para hacerlo en casa, ir a la peluquería donde profesionales experimentados pueden ayudar a elegir la forma acorde al tipo de rostro y el estilo que se quiere.
