E. coli es conocida como una bacteria que vive en el tracto digestivo de los humanos y de los animales. Existen varios tipos de esta bacteria, la mayoría de los cuales son inofensivos, pero algunos pueden causar una grave diarrea que puede tener sangre, entre los más conocidos está el E. coli O157:H7, que en algunas personas puede llegar a causar anemia y fallos en los riñones.
Una infección por esta bacteria la puedes contraer estando en contacto con heces, o materia fecal, tanto de animales como de humanos. Esto, en numerosas ocasiones sucede cuando se bebe agua o se consumen comidas que han estado de alguna forma en contacto con estos elementos. Por ejemplo, es común que esta bacteria contamine la carne mientras esta se procesa. Y si esa carne no es cocinada a más de 71 grados centígrados, la bacteria sobrevive y te puede infectar cuando te la comas.
De hecho esta es una de las formas más usuales en que la gente resulta infectada con esa bacteria. Además cualquier otra comida que haya estado en contacto con la carne cruda también puede resultar infectada. Otras comidas que pueden tener la bacteria son, la leche cruda o los productos lácteos, porque la bacteria se pudo haber transmitido a través de las ubres de la vaca, por lo que es importante que estos estén pasteurizados; también las frutas y las verduras crudas que pudieran haber estado en contacto con heces animales.
Otra forma común de infección de E. coli es a través del agua en lugares en donde el agua no ha sido correctamente tratada con elementos como el cloro, o cuando están nadando en lagos o corrientes de agua que pudieron haber sido contaminadas de alguna forma. Esta bacteria también se transmite de una persona a otra, usualmente cuando no se lavan las manos correctamente después de haber utilizado el baño. Esta bacteria puede pasar de mano a mano, o la persona que la tiene la puede dejar en objetos.
Foto: Marcy Reiford
