La inflamación es una respuesta por parte del cuerpo ante la presencia de agresiones externas o internas que se caracterizan por la hinchazón de la zona afectada, enrojecimiento y calor.
Cuando un grupo de células son alteradas y agredidas por gérmenes o bacterias, o algún golpe etc. liberan una sustancia que aumenta la llegada de sangre a ese lugar y es lo que provoca el enrojecimiento, irritando las terminales nerviosas cercanas que son las que producen el dolor, y permiten la salida de líquidos desde los vasos sanguíneos.
Para estos casos los tratamientos con algunas hierbas medicinales suelen ser muy eficaces.
- Los frutos secos de árnica cocinados durante 10 minutos por litro de agua, esta infusión embebida en una gasa y aplicada en la zona dos veces al día reducirá la inflamación de la zona afectada.
- La cola de caballo en infusión puede aplicarse para realizar masajes o en una gasa empapada como en el caso anterior mencionado, al igual que la infusión de barba de maíz (estigmas de maíz).
- Por otro lado las flores de brezo, son muy buenas para combatir inflamaciones como los flemones, preparando una infusión con una cucharada de sus flores secas.
- Otra buena opción es el calor húmedo, aplicado mediante compresas sobre la inflamación y manteniéndolas hasta que se enfríen.