Muchas madres solemos asustarnos cuando nos encontramos que nuestro hijo es un poco distraído o torpe, ya sea en sus movimientos o en su forma de proceder a diario. Si bien la mayoría de los niños que son llamados «niños torpes», no poseen lesión alguna o problemas de coordinación psicomotora requieren de ciertos cuidados y atención de nuestra parte, por eso es muy importante reconocer el perfil de éstos pequeños.
- Por lo general, un niño que es un poco torpe, de bebé tardó mucho más en ponerse de pie o comenzar a caminar.
- Son algo perezosos, y no tienen demasiadas habilidades para realizar tareas simples, ya que se le caen las cosas o no las manipula del todo bien.
- Hay que tener presente que no se trata de un niño enfermo, sino que requiere de un poco más de atención de nuestra parte para realizar cierto tipo de cosas, bajo ningún punto debemos colocarles etiquetas de inútiles, o recalcar su torpeza, ya que de ser así terminarán por asumir sus dificultades y se encasillarán en ese perfil.
- Debemos ofrecerles mucho cariño y afecto para que poco a poco acrecienten su confianza y seguridad.
- Mostrarnos felices y elogiarlos cuando realizan algo correctamente, ya que es más beneficioso que recalcar cuando algo les sale mal.
- Consultar con un docente o un psicólogo infantil para realizar tareas dirigidas psicomotoras para mejorar sus habilidades.
