El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH es una condición que afecta entre un cinco y un diez por ciento de niños y jóvenes, según lo estimado por los expertos, y es tres veces más frecuente en varones que en mujeres. Este trastorno usualmente comienza desde que los niños tienen más de veinticuatro meses de edad, así que es bueno que conozcas los síntomas.
Para diagnosticar esta condición, tu pediatra te preguntará si tu hijo ha tenido algunos síntomas durante más de seis meses que afectan su vida tanto en la casa, como en la escuela y en situaciones sociales. Los signos de hiperactividad que puedes ver incluyen si tu hijo habla demasiado, normalmente corre o se trepa en situaciones inapropiadas, parece que siempre se está moviendo y tiene problemas en jugar de forma tranquila.
Los signos de atención que puedes descubrir incluyen si tu hijo tiene problemas al escuchar lo que le dices, no puede seguir instrucciones, pierde cosas importantes, no quiere hacer cosas que requieran que haga un esfuerzo mental, fantasea despierto lo que hace que no ponga atención, se distrae fácilmente de sus tareas y de los juegos, es desordenado y olvida cosas.
También tu hijo puede presentar señales de impulsividad que se demuestran cuando no puede esperar por las cosas, habla y actúa sin pensarlo, interrumpe cuando otras personas están hablando, expulsa las respuestas incluso si la pregunta no ha terminado de hacerse, tiene problemas esperando algún turno o quedándose en una línea y cruza las calles sin siquiera mirar. Así que si eres padre de un niño y todo esto te suena familiar, lo mejor es que consultes con su doctor.
