El acné es una condición que puede aparecer durante cualquier mes de tu embarazo porque los cambios hormonales y otros de diferente tipo en tu cuerpo hacen que tu piel sea más sensible a diferentes agentes. No existe una manera muy eficiente de prevenir este problema, pero hay varios consejos que puedes seguir para que esa condición no se empeore.
Para prevenir un poco el acné puedes lavar de forma suave tu rostro con un jabón suave o con un limpiador especial para ello dos veces a la semana. Cuando te lo laves, procura no fregarlo con un guante para la ducha, porque esto puede irritar tu piel y hacer que el problema empeore. En vez de eso, utiliza tus manos para poner el jabón en toda tu cara y así lavarla por completo.
Cuando te vayas a secar el rostro hazlo con suaves golpes en vez de frotar la toalla contra él y si acostumbras a aplicar loción hidratante, asegúrate de que sea libre de aceite. Un consejo que es válido para cualquier clase de acné, así ya no estés embarazada, es el de no apretar, frotar o reventar tus granos, porque esto puede empeorar el problema y dejarte cicatrices.
Si te aplicas maquillaje, utiliza productos que estén basados en agua en vez de aceite y que sean buenos para pieles propensas al acné, lo que quiere decir que no tapan tus poros empeorando el problema; y asegúrate de quitártelo todo antes de ir a la cama. Si quieres puedes pedirle a tu doctor que te brinde algo especial para el acné porque, aunque existen muchos productos buenos de venta libre, algunos no son buenos para las mujeres embarazadas.
