A veces cuando nuestros hijos crecen comienzan a vernos a las madres como personas un poco injustas, sobre todo, si hay reglas que cumplir, como estudiar, acostarse temprano o acomodar la habitación, ya que suelen ser tareas, que a medida que pasa el tiempo y adquieren su personalidad, no les gusta realizar.
Cuando los pequeños llegan a los dos años de edad, es muy común que empiecen a ensayar su personalidad y el significado de la palabra «NO», como parte de su propia identidad, que luego se repite en la adolescencia, cuando sienten que todo y todos estamos en su contra.
Por eso los padres para evitar desde tempranas edades éste tipo de disputas, es necesario que seamos coherentes al momento de poner límites y prohibiciones, ya que los excesos en ningún caso son del todo saludables. Los niños aunque no lo parezca analizan nuestros comportamientos, y para ser justos, permitirles todo y lego retarlos tampoco está del todo bien. Lo mejor es enseñarles mediante el ejemplo y de esa manera ellos podrán observar cuando una regla es justa y el porqué deben cumplirla.
Los métodos de recompenzas que emplean muchos padres cuando los niños tienen buenos comportamientos, también deben ser medidas, ya que no se lo puede premiar por cualquier cosa, es una obligación que el niño recoja sus juguetes luego de usarlos, que estudie y realice sus deberes escolares, si bien es necesario incentivarlos mediante recompensas, cuando se esfuerzan, las mismas no deben emplearse cuando se trata de poner límites y que el pequeño obedezca.
tengo un niño de casi 4 años y esta haciendome pasar una etapa un poco rara, no obedece a casi nada y se pone a llorar por nada y tienes que hacer lo que quiere o te monta un pollo impresionante como si lo estubiesen matando