El pensamiento lógico es un proceso mental en el que se utiliza un razonamiento coherente con el objetivo de llegar a una conclusión. Esta actividad puede ser aprendida por los niños incluso antes de que inicien la escuela formal.
Este tipo de procesos secuenciales del pensamiento crítico pueden ser estimulados a través de diferentes juegos y ayudan a que los pequeños incorporen herramientas para la resolución de problemas y el crecimiento intelectual.
En este sentido, es importante estimular los juegos, especialmente de mesa, que colaboren al reconocimiento de patrones y desarrollen la capacidad mental para ver el orden en un ambiente caótico.
Además se colabora con la definición del razonamiento deductivo como una forma de ordenar los conceptos generales en algo específico sobre la base de causa y efecto.
Los juegos de memoria para niños en edad preescolar ayudan con simples habilidades de razonamiento deductivo. El niño debe recordar la ubicación de la imagen correspondiente, mientras que descarta otras tarjetas donde la imagen deseada no existe.
La batalla naval es otro juego estratégico clásico que utiliza el razonamiento deductivo para localizar los buques de los oponentes. Las habilidades mentales del pensamiento lógico culminarán desarrollando el pensamiento estratégico para la evolución de la situación.
El dominó es un juego de estrategia bueno para los niños en edad preescolar y mayores que fomenta el razonamiento relacional.
Luego de que los niños dominan estos juegos, hacia los diez u once años, se puede comenzar a introducirlos en el mundo del ajedrez, un juego en el que irán escalando niveles más complejos acordes a sus etapas de desarrollo neurológico.
De cualquier manera, lo importante siempre es acompañar a los pequeños en sus fases de aprendizaje, estimulando sus capacidades, y atendiendo sus intereses y gustos particulares.