Es común que los niños a medida que van creciendo demuestren de diferentes formas sus frustraciones, sus sentimientos y lo que los molesta, entre algunas otras cosas. Sin embargo, esta demostración de algunas cosas que tienen dentro puede llegar a ser un poco violento y es algo que se debe controlar para que tu hijo no se convierta en una pequeña persona violenta y molesta.
Halar el cabello, así como morder, pegar, patear y pellizcar, es una de las formas en la que los pequeños niños quieren expresarse y así intentar tener un mayor control sobre el ambiente que lo rodea. Existen diferentes razones para que los chicos tengan ese comportamiento, pero para aquellos entre los doce y dieciocho meses, la explicación es muy simple; halando el cabello saben que van a obtener una reacción y lo quieren hacer de nuevo.
Los expertos aseguran que cuando hacen esto es como cuando aprenden a encender la luz o cuando tienen uno de esos juguetes a los que les hace algo y hacen algún sonido, que son tan populares entre los niños. Por eso, cuando van donde su hermano o hermana, le halan el cabello, y él o ella grita, les parece muy divertido y están consiguiendo lo que estaban buscando que era una reacción.
Los chicos más grandes, entre los dos y tres años, halan el cabello para conseguir otro efecto. Ellos ya están desarrollando habilidades cognitivas que les permiten pensar las cosas, y hacer esto les permite controlar una situación. Por ejemplo, cuando su hermano o hermana mayor toma el último bizcocho de la bolsa, el va y le hala el cabello. Y él sabe que haciendo esto va a hacer que tu intervengas para que se comparta ese bizcocho y su hermano lo va a pensar dos veces antes de hacerlo nuevamente.
