Tu trabajo de parto siempre llegará como una sorpresa a tu vida, porque no es posible saber con certeza el día y menos el momento en el que va a ocurrir. Algunos días antes puedes sentir algunos cambios en tu cuerpo que te podrán indicar que ese día se va acercando, por lo que debes estar muy atenta a las señales y así no te llegue con mucha sorpresa.
– Sientes que tu bebé baja: Si te encuentras en tu primer embarazo puedes sentir eso que llaman las madres expertas como un sentimiento ligero, unas semanas antes de que tu trabajo de parto ocurra. Cuando eso ocurra puedes sentir una pesadez en la parte de tu pelvis y una liberación de presión justo debajo de tus costillas, haciendo que sea mucho más fácil respirar.
– En las semanas y días antes de que tengas tu trabajo de parto, las contracciones Braxton Hicks que ocurren están haciendo el trabajo de suavizar, volver más delgado y abrir un poco tu cuello uterino. Antes de que el trabajo de parto empiece, lo más posible es que tengas el cuello uterino un poco abierto, usualmente un centímetro o dos, lo que no quiere decir que estés cerca al parto. Sin embargo, cuando estés cerca a la fecha calculada, tu doctor te hará un examen vaginal para ver si tu cuello uterino ya ha empezado a cambiar.
– Cuando se te rompe la fuente: Cuando se rompe el saco que rodea a tu bebé que está lleno de líquido amniótico, sale un líquido de tu vagina. Y ya sea que salga rápidamente o gota a gota, debes llamar a tu doctor inmediatamente. La mayoría de las mujeres empiezan a tener sus contracciones normales antes de que se rompa la fuente, pero en algunos casos esto sucede primero.
Cuando esto sucede, puedes estar segura que el trabajo de parto empezará muy pronto. Después de eso tu doctor esperará un poco para ver si empiezan las contracciones y si no lo hacen tu trabajo de parto tendrá que ser inducido, porque al haber salido todo el líquido amniótico del saco que está rodeando a tu bebé, él está más expuesto a los gérmenes y a otras cosas.
Foto: Schwangerschaft
