A veces nos resulta alarmante ver como nuestro pequeño se tironea del pelo, sin motivo aparente, esto puede deberse a que le pique su cabeza.
Resulta preocupante cuando el hecho es repetitivo y lo hace a modo sistemático, no se comunica con nosotros, no balbucea, ni nos ofrece los brazos para que lo levantemos, o cuando se le acerca otro familiar, en esos casos siempre es recomendable consultarlo con nuestro pediatra de confianza.
Por lo general ésta actitud se debe a una mala costumbre del pequeño a la que no hay que darle demasiada importancia a menos que notemos que se está lastimando, y lo hace con cierta agresividad, frente a momentos de nervios etc. Justamente para que no se tire el pelo, en esos momentos las personas que estamos a cargo debemos distraerlo con cualquier otra actividad, algo que llame su atención y lo desvíe de esa agresión, a él mismo.
No sirve de nada dar un grito o reprenderlo diciéndole que no se tire del pelo, lo mejor es sonreír, tomar sus manitas, acariciarlo, abrazarlo y contenerlo para que se sienta protegido. El decirle que No, puede resultar contraproducente y tal vez él lo interprete como un juego de causa y efecto que a la larga no corregirá su actitud.
