Cuando los bebés nacen tiene un conocimiento corporal de sí mismos muy pequeño, por lo tanto su mano es un objeto cualquiera, que no reconocen como propio, ni aún así con los miembros de los demás, esto durará hasta mas adelante para cuando se de cuenta que que esa manita es suya y que con ella puede hacer todas las cosas que le plazcan.
Este tipo de conocimiento se desdobla, primero reconociendo un pie, luego el otro, después las manos y alrededor del año y medio las va integrando a todas, lo que lo hace sumamente importante para su reconocimiento como persona individual, y su propio «yo». Nosotros como padres podemos ayudarlo desde las tareas diarias, jugando, cuando comemos o cuando lo bañamos, ya que todos estos momentos son especiales para que el niño afiance conocimientos de «autoconocimiento».
Un buen ejercicio para que comience a conocer las utilidades de la mano, es aprovechar en medio de una pataleta, cuando grita o llora y a modo de juego, y para cambiar su rabia por una sonrisa, jugar y con la mano suavemente tapar su boca, como dando golpes de tambor, rápidamente al oír como cuando jugamos con nuestra mano sobre su boca, cambian los sonidos, eso le llamará mucho la atención y no solamente dejará de llorar, sino que comenzará a descubrir las utilidades de su mano.
Foto: Gracias a futurestreet
