El término «bienestar fetal» encierra todas aquellas complicaciones que puedan aparecer, una vez comenzado el trabajo de parto, y que este no vaya a poder soportar.
Es así que la pérdida del bienestar fetal es una de las complicaciones que pueden suceder al momento de dar a luz.
Gracias a los monitoreos constantes que realizan los médicos una vez comenzado el trabajo de parto, se puede evaluar, la frecuencia cardíaca y sus variaciones mientras duran estos momentos hasta que el niño sale del vientre materno.
Ya sea una bradicardia o una taquicardia, podrían indicar que el bebé esta sufriendo, padece agotamiento o no le llega suficiente oxígeno y nutrientes.
Para asegurarse de que todo esta bien los médicos suelen valerse de muchos estudios complementarios, y este tipo de situaciones puede presentarse por muchas razones, entre ellas, fiebre durante el parto por parte de la madre, exceso de contracciones uterinas o que el cordón se enrolle alrededor de su cuello.
En todos los casos quien decide cual es la mejor opción para continuar con con el trabajo y concluir en un parto natural o cesárea será el profesional a cargo. De esa manera preservará tanto la vida de la madre como la del bebé que está por nacer.
Foto: Gracias a Morten Liebach