Los chef y en las casas de comida, restaurantes en general, se cuida la presentación de los colores además de la combinación de delicados sabores que hacen de sus platos verdaderas especialidades. Ya que esto los hace muy vistosos e irresistibles.
Lamentablemente uno come con los ojos, pero mucho más allá de las tentaciones gastronómicas que se nos ofrecen al paso, una buena paleta de colores en el plato, es un valioso aporte de nutrientes que no debería faltar nunca en nuestra alimentación. Esto no es la primera vez que lo hablamos, cubrir una dieta, con gran aporte de colores es la base de los mayores aportes nutricionales.
Colores en las dietas
Los colores que tiñen los alimentos como los vegetales o frutas, son verdaderas fuentes de vitaminas y minerales, que nos ayudarán siempre a potenciar la salud, y muchas veces estos pigmentos son encargados de potenciar algunos efectos sobre nuestro organismo, como es el caso de el pigmento antocianina, que da su delicado color rojo intenso a las fresas, las frambuesas y moras, verdaderas colaboradoras de la vida saludable cardiovascular, por sus aportes de vitamina C y otras sustancias.
Recordemos que como en el ejemplo anterior, cuando el pigmento es parte de la clave de la calidad protectora del alimento, lógicamente mientras mayor sea su tonalidad, más aportes saludables nos estará brindando.
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