A medida que nuestro pequeño hijo va creciendo, la alimentación con sólidos es inminente, ya hemos hablado en otra oportunidad de esto.
Lo que si recordaremos es que deben introducirse de a uno y esperar su adaptación a los nuevos sabores, antes de introducir el próximo alimento.
Es sumamente necesario que se comiencen a introducir cantidades pequeñas, e ir aumentándolas de a poco, y de esta manera en caso que el niño los rechace o presente algún tipo de intolerancia, ofrecérselo más adelante.
Es conveniente que llegado los 8 meses le ofrezcamos un lugar en la mesa, junto a los padres y de tenerlo junto a sus hermanitos, para que vaya aprendiendo como comportarse, aquí podrá aprender a comer con su cuchara, llevársela a la boca y copiar hábitos del resto de los comensales, sintiéndose uno más, aunque la mayoría de su comida termine en el piso.
Mediante la práctica en un tiempo podrá alimentarse correctamente. Para estos momentos es muy recomendable adquirir vajilla irrompible y dejarlo que las utilice como si fueran juguetes, a pesar que ensucie todo su alrededor.
A partir de los nueve meses seguramente ya no necesite que se le trituren tanto los alimentos, y dejará de lado la papilla, dado que tiene que comenzar a utilizar sus encías, y dientes para aprender a masticar. Podemos cortarle trozos pequeños de fruta madura teniendo presente que los tomará mucho mejor con sus pequeñas manos si le ofrecemos un trozo bastante alargado y no demasiado ancho.
Si el niño se resiste a comer determinado alimento probemos con otro, y armémonos de mucha paciencia en esta etapa que tanto nos necesitará para aprender un hábito tan saludable como es el de la alimentación.
Foto: Gracias a traveling.lunas
se le alimenta tambien con compotas, recomendable hacerselas naturales, para q asi no acostumbremos a nuestros bebes a comer quimicos o comidas chatarra