Paradógicamente hace muchos años, el aceite de oliva ocupaba un primer lugar junto a las grasas de la pirámide alimenticia, pero los tiempos han cambiado y la evolución y sus grandes beneficios han cambiado colocándolo en una de las grasas preferidas y más saludables a la hora de la alimentación.
Los pediatras seguramente le recomendarán que cuando comience a implementar los sólidos en la alimentación de su bebé, este no puede faltar a diario, en pequeñas cantidades.
El aceite de oliva, protege el sistema cardiovascular de nuestro pequeño, y como es sabido su poder antioxidante para regenerar las células, tampoco escapará a la etapa infantil, porque favorece el correcto desarrollo del organismo.
Tengamos presente que las grasas son la segunda fuente de energía, después de los hidratos de carbono que le brindamos a nuestro cuerpo para mantenerlo saludable, y en la infancia se pueden disfrutar saturadas(que son aquellas de origen animal) como la manteca, la crema y las que se encuentran en la carne) y las insaturadas que son de origen vegetal, en este caso puntual el aceite de oliva.
Su bebé podrá consumir hasta 3 porciones diarias de aceite de oliva en las diferentes comidas una vez que comience a implementar los sólidos. Se entiende por porción una cucharadita. No dude en consultarlo con su médico de confianza.
Foto: Gracias a madaise