Los labios, son un área de nuestro rostro que posee una piel muy sensible dado que es extremadamente delgada y además carece de glándulas sebáceas y de una película hidrolipídica que los proteja.
Es por eso que ante los diferentes factores como el sol, el frío, la arena, el viento, o las exposiciones diarias que padecemos, muchas veces se resienten y se lastiman con facilidad.
A causa del frío es muy posible que se deshidraten, y la mayoría de las personas tenemos la mala costumbre de humectarlos con saliva cuando comenzamos a sentirlos secos, para reducir la tirantez, pero solo conseguimos agravar el problema, provocando más sequedad, irritación y hasta grietas.
Debemos protegerlos con cremas hidratantes que contengan filtro solar, y barras de labios nutritivas, tanto unas como las otras hay que aplicarlas varias veces al día tanto dentro como fuera de la casa, y siempre teniendo presente evitar mojarse los labios con saliva y la lengua, en las noches no solamente debe aplicarse crema de cacao, sino que además debe colocarse crema para proteger específicamente esa área del rostro.
Un buen truco, es que si gustas de usar labiales, te coloques cada dos o tres horas, el que utilizas de costumbre.
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