Los zapatos y el cuidado de los pies

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En el artículo anterior hemos mencionado algunas situaciones incómodas que pueden afectar nuestros pies, una parte de nuestro cuerpo a la que no le prestamos mucha atención, pero que es trascendental en nuestra vida diaria.

Cuidado de pies y zapatos

Aquí os traemos otros consejos para mejorar su estado y que no lleguemos a afectarlos de una manera terrible.

Antes de comprar zapatos debes de hacerles estas pruebas:

Toma uno de la parte delantera y de la trasera e intenta retorcerlos y doblarlos por la mitad. Los zapatos deben sólo doblarse en el área de los dedos y en la parte en donde el pie se dobla naturalmente, así que si los puedes doblar y retorcer completamente no sirven para nuestros pies. Estos zapatos se deslizan y pueden desarrollar tendinitis al intentar caminar en esas suelas delgadas.

Debes buscar zapatos que amortigüen, que tengan soporte en el arco y un tacón que no se hunda cuando camines. Y eso no quiere decir que ahora te tengas que conformar con zapatos grandes de enfermera, porque ahora existen varios diseñadores que mezclan la moda con la comodidad para que los pies se sientan tan bien como se ven.

La próxima vez que vayas a la tienda de zapatos haz que te vuelvan a medir los pies, porque el que hayas tenido una talla hace cinco años no quiere decir que aún la tengas. La fluctuación en el peso, la edad y otros factores hacen que los pies crezcan y cambien su forma. Además se aconseja que vayas a probarte zapatos al final del día cuando tus pies estén más hinchados.

Requisitos de un buen calzado

  • La suela debe ser suficientemente gruesa para no desgastarse con el paso de los kilómetros, ni causar dolor cuando caminamos por superficies irregulares (piedras, tierra suelta, etc.).
  • El calzado debe ser de la talla adecuada. Es aconsejable que compruebes tu talla y una superior e inferior cuando vayas a comprarlo, para comparar la comodidad. Se recomienda probarlos después de caminar unos 20 o 30 minutos.
  • El dedo gordo no debe tocar el zapato, y los demás dedos deben tener cierta movilidad.
  • Las costuras de la zapatilla deben ser de algún material flexible y suave, no rígido (se evita el dolor en las rozaduras).
  • Priman los materiales que puedan transpirar. Recuerda que tus pies sudan mucho al caminar, y si no quieres sentir molestias y dolor, a la larga necesitas zapatillas transpirables, como el cuero.
  • Los cordones deben ser suficientemente largos. Lo mínimo para que puedas dar dos vueltas y atártelos firmemente. No te preocupes si se pasan de largo, ya que los podrás cortar.

NOTA: Este post ha sido editado para mejorar la calidad de su contenido….

Foto: .A.A.

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