Qué es la distrofia muscular

La distrofia muscular es una enfermedad hereditaria grave en la que se produce una degeneración del tejido muscular, sin que por ello se vea afectado el sistema nervioso.

Las distrofias musculares (DM) son un grupo de afecciones hereditarias, lo cual significa que se transmiten de padres a hijos. Pueden presentarse en la niñez o en la adultez. En esta patología existen una gran cantidad de variedades y tipos de distrofia muscular, aunque la más conocida es la que suele aparecen en la infancia y se llama «distrofia de Duchenne«.

Tipos de distrofia muscular

• Distrofia muscular de Becker.
• Distrofia muscular de Duchenne.
• Distrofia muscular de Emery-Dreifuss.
• Distrofia muscular facioescapulohumeral.
• Distrofia muscular de la cintura escapulohumeral o pélvica.
• Miotonía congénita.
• Distrofia miotónica.

Los síntomas abarcan:

• Discapacidad intelectual (sólo presente en algunos tipos de la afección).
• Debilidad muscular que empeora lentamente.
• Retraso en el desarrollo de destrezas musculares motoras.
• Dificultad para utilizar uno o más grupos de músculos.
• Babeo.
• Párpado caído (ptosis).
• Caídas frecuentes.
• Pérdida de la fuerza en un músculo o grupo de músculos como adulto.
• Pérdida en el tamaño de los músculos.
• Problemas para caminar (demora para caminar).

Como alimentarnos ante esta enfermedad

En estos casos la alimentación puede ayudarnos a disminuir los efectos que suelen derivar de esta enfermedad, y para tener una vida más saludable lo que recomendamos es:

Consumir alimentos ricos en fibra, para controlar mejor el peso y evitar estreñimiento, como pan, pastas, arroz integral, zanahoria, patatas, calabaza, tomate, manzana, peras, higos, repollo, arvejas, lentejas y garbanzos. Sin olvidarnos de las proteínas, que podemos encontrar en el pollo o el pavo, proteínas de alta calidad para nuestro organismo.

También para este tipo de problemas recomendamos realizar actividad física en el agua, ya que sin duda es uno de los mejores medios para paliar los efectos de la distrofia muscular. Esta actividad acuática debe ser moderada y pasiva y siempre con la asistencia de un buen profesional que nos vaya indicando los ejercicios que debemos realizar.

La fisioterapia puede ayudar a los pacientes a mantener la fuerza y el funcionamiento muscular. Los aparatos ortopédicos, como corsés y sillas de ruedas, pueden mejorar la movilidad y la capacidad de autocuidado.

En algunos casos, la cirugía de la columna o de las piernas puede ayudar a mejorar la función. Tengamos presente que la gimnasia en el agua, fortalece los músculos, y en consecuencia retrasa los efectos de esta enfermedad. Consulte su medico ante la menor duda.

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