Esta planta recibe ese nombre dado que se cree que se lo otorgo Artemisia, reina de Persia, y es muy reconocida por sus habilidades botánicas, ya que ha sido valorada en la antigua Roma como una planta medicinal como un producto excelente para diversas patologías, entre ellas las lombrices intestinales.
Su nombre común es santónico, tomillo blanco, ajenjo marino entre otros y se origina en la amplia zona del Mediterráneo y se extiende hasta Siberia, su cultivo prefiere zonas semiáridas, y como dijimos antes se la reconoce desde la antigüedad por su capacidad de expulsar las lombrices intestinales del organismo, y porque estimula la digestión.
Esta es una de sus principales aplicaciones, pero también se la suele aplicar en casos de dolores de vientre por inflamación, en aquellas personas que padecen de bruxismo, o que necesitan tocarse constantemente la nariz y el recto, dadas sus condiciones nerviosas, también se la aplica en niños que padecen de extrema irritabilidad sobre todo en aquellos que tienen sobrepeso y un apetito variable.
Es muy buena para tratar la tos y los resfríos y cuando hay dificultad para respirar. Es muy efectiva para tratar contracciones musculares, sobre todo en las manos y en los pies, y para combatir el insomnio cuando el mismo viene de la mano de calambres y espasmos musculares.
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