El consumo diario de calcio es una parte importante de cualquier dieta, porque ese mineral juega un papel trascendental en varias de las funciones de nuestro cuerpo. Sin embargo, simplemente consumir lácteos durante el día, así como otras fuentes de calcio como los productos de soya y los zumos fortificados con el mineral; no es suficiente para ayudar a nuestro cuerpo.
El calcio no es un mineral que se absorba fácilmente en el cuerpo, pero podemos ayudarlo de una forma muy sencilla. La vitamina D es la encargada de ello y la mejor forma de tener las cuatrocientas unidades internacionales que necesitamos es pasar entre diez y quince minutos afuera bajo el sol entre dos y tres veces a la semana, ya que nuestro cuerpo produce esta vitamina cuando se expone al sol.
Pero también hay cosas que hacen que nuestro cuerpo expulse el calcio que consumimos, como el sodio que comemos cuando nuestras comidas tienen un exceso de sal. Todo porque a medida que el sodio pasa por el cuerpo, se va llevando el calcio que encuentra. Otra cosa que debes evitar es consumir los alimentos de calcio con aquellos ricos en hierro, porque ahí lo que se evita es la buena absorción del hierro.
No existe una manera en la que puedas saber si tu cuerpo está obteniendo la cantidad adecuada de calcio, porque no existen signos tempranos que nos digan que está faltando. Cuando ya nos enteramos es por una fractura cuando es evidente la pérdida de masa ósea. Así que la mejor manera de saberlo es vigilar tu dieta y si tienes una historia familiar de osteoporosis, lo mejor es que digas a tu doctor que te tome un test de la densidad de los huesos, en donde se pueden ver los inicios de la pérdida ósea.
Foto: Lampeduza
