Cuando un pequeño padece de problemas visuales, es muy importante ponerse de acuerdo con el oftalmólogo para elegir correctamente unas buenas gafas, que le permitan llevar una vida común al resto de los otros niños de su edad.
En éstos casos no es de mucha importancia lo estético, por lo tanto se deben preferir siempre cristales orgánicos que son mucho más resistentes a los golpes, y tienen una gran plasticidad para soportar mucho. Por otro lado ésta la opción si llegara a romperse no haría daño sobre sus ojos porque no se hace añicos como el cristal. Si bien los materiales orgánicos se rayan con mucha más facilidad que las lentes de cristal, se puede pedir también que se les realice un tratado antirayado.
En cuanto a la montura, puede que no sepamos si elegir de metal o plástico pero debemos destacar que a esa edad, entre los 5 y 7 años que comienzan la escuela, el arco de la nariz aún no se ha formado, y los armazones de plástico apoyan todo el peso sobre el mismo, mientras que los de metal apoyan el peso sobre dos puntos que sostienen las lentes.
De todos modos la elección siempre debe seguir las preferencias del pequeño, ya que será él quien deba utilizarlos según la prescripción médica.