En alguna oportunidad hemos visto que la placenta es el órgano que se encarga de proporcionarle oxígeno y alimento a nuestro pequeño para que se desarrolle correctamente.
Por lo general se suele acomodar en la cara anterior o posterior del útero, pero en algunos embarazos se inserta en la parte baja, y es allí cuando recibe el nombre de placenta previa. Como cada embarazo es diferente, no todas las placentas previas son iguales, si en algunos casos llegara a tapar el orificio de salida del útero se denomina oclusiva, y si no lo tapa por el contrario recibe el nombre de no oclusiva.
Es muy importante distinguir el tipo de placenta previa que se presenta en el embarazo, porque de ser oclusiva el bebé no podrá nacer naturalmente y se debe practicar una cesárea.
Por otro lado siempre es necesario informarse durante el embarazo y que mejor que hacerlo en los cursos de preparación para el mismo, donde los futuros padres aprenden sobre todo a tener confianza en sí mismos.
Estos cursos se comienzan a tomar a partir de la semana 28 de embarazo, allí el padre aprenderá como colaborar con la madre, se aprenden técnicas de relajación y respiración, y la anatomía, la fisiología y los cambios propios que suceden durante el embrazo, el parto y el postparto.
De esta manera y con charlas educativas, se habla del dolor, de las maneras de afrontarlo y las posibilidades que pueden darse en el curso tanto del embarazo, hasta el nacimiento del bebé.
