Durante la gestación, aquellas madres que fuman deben tomar consciencia de que la nicotina hace que el feto reciba menor cantidad de nutrientes, de los alimentos que ingieren, es por eso que los bebés que nacen de madres fumadoras suelen crecer menos de lo normal.
Entre las complicaciones que hay de fumar durante el embarazo, una de ellas, es la de aumentar el riesgo de muerte súbita en el bebé, una vez que ha nacido, estos bebés suelen llorar más de lo normal, y se hace mucho más difícil mantenerlos calmados, son muy irritables las primeras semanas.
El fumar durante el embarazo duplica las posibilidades de que la madre sufra trastornos en la placenta, sangrados vaginales y abortos espontáneos, además de que se corre el riesgo de un parto prematuro, lo que incrementa las posibilidades de un bebé con bajo peso y mayor cantidad de problemas de salud.
Por otro lado el tabaco desciende la cantidad y la calidad de la leche materna, y lamentablemente el bebé crecerá rodeado de esta sustancia tan nociva como la nicotina desde sus primeros tiempos de gestación, el valor agregado que lleva una madre al estar embarazada, es un excelente motivo, para dejar de fumar los riesgos para el desarrollo y el crecimiento de su bebé, son una verdadera motivación, para poder abandonar definitivamente este mal hábito.
Es importante que la madre aproveche los cambios fisiológicos que padece en las primeras semanas, donde puede que el olor del tabaco le resulte desagradable.
Foto: Gracias a Greencolander
