Algunas veces escuchamos a los doctores y expertos en fertilidad asegurar como existen varias cosas en nuestro ambiente, en los lugares en los que nos movemos, que pueden afectar seriamente nuestra salud y nuestra fertilidad. Muchas de las cosas que hacen que nuestra vida diaria sea fácil y moderna, puede estarnos haciendo más daño del que creemos y afectando nuestra capacidad de reproducirnos.
Muchas personas que por sus trabajos tienen que estar expuestas a químicos fuertes que empiezan a disminuir la capacidad de tener hijos, pero diariamente estamos en ninguna, baja y alta exposición a químicos que tienen exactamente ese mismo efecto y que son parte del ambiente en el que nos movemos y que pueden llegar a causar problemas de fertilidad como falta de producción de óvulos hasta la disminución en el conteo del esperma.
Lo que preocupa más a la comunidad científica, y claro a las personas que somos o queremos ser padres, es que se ha descubierto que estos problemas pudieron haber empezado desde el útero, lo que llegaría a explicar el aumento de los casos de infertilidad, que no lo está haciendo entre la población en general, sino entre las parejas que están entre los veinte y los treinta.
El problema es que las condiciones que afectan la fertilidad pueden tener diferentes orígenes, por lo que cuando te hagan un estudio para determinarlo puede ser desde cualquier cosa relacionada con tu genética hasta los problemas medioambientales los que han jugado una parte importante. Y como cada cuerpo es un mundo, una cantidad de químicos que podría estar en los niveles normales para una persona, puede estar afectando seriamente a otra.
