Ya lo dicen los doctores y los expertos en embarazo que la mejor edad, en cuanto a salud y estado físico del cuerpo, está entre los veinte y los treinta años, porque en esta época tienes unas menores probabilidades de tener un embarazo con complicaciones e incluso no tienes tantos problemas para quedar en ese estado. Sin embargo, también hay unas desventajas al empezar a formar una familia en esa edad.
Tal vez una de las principales características de esta edad es que aún no sabrás con seguridad que es lo que quieres hacer en tu vida, porque aún no habrás comenzando una carrera ni tendrás un sólido futuro en el mundo laboral. Y si precisamente cuando estás intentando averiguar todas estas cosas, quedas en embarazo, será más difícil que después lo hagas.
Y precisamente el mayor problema de tener un bebé en esta edad es que puede afectar el potencial de aprendizaje y económico que puede tener una mujer en su vida. E incluso si vuelves al trabajo inmediatamente después de tener a tu bebé, las estadísticas afirman que en la vida ganará significativamente menos dinero que aquellas mujeres que aún no decidieron tener hijos, y eso simplemente puede ser suficiente para que una mujer se decida a aplazar su tarea como madre.
Tener un hijo entre los veinte y los treinta años puede ser la edad óptima físicamente, pero tal vez no lo sea en cuanto a lo económico. Según dicen las estadísticas las mujeres y parejas que tienen hijos en estas edades están más en deudas económicas que las que no los tienen, entre las que se incluyen los pagos con tarjetas de crédito y el pago de las deudas estudiantiles pasadas.
Foto: Divine in the Daily
