Una gran porcentaje de los niños mayores de dos años desarrollan el hábito de morderse las uñas ya sea por nerviosismo, porque no tienen nada más que hacer o porque les parece interesante y desde allí empiezan a desarrollar ese hábito que pueden mantener hasta la adultez. Pero existen varias formas que como padres puedes hacer para evitar que tu hijo comience con ese hábito.
Uno de los mejores consejos que puede tener en cuenta es el de ignorar todo ese comportamiento. Todo porque cuando tu hijo se muerde las uñas es un acto inconsciente por lo que no se da cuenta de cuando lo está haciendo, así que regañarlo no lo va a ayudar. Además en esa época es cuando tu hijo está intentando rebelarse y ser independiente, entonces tal vez lo que consigas diciéndole que no lo haga, es que lo haga más hasta que se le vuelva un hábito de toda la vida.
Otro consejo es que estés pendiente de las actitudes de tu hijo, porque en ocasiones morderse las uñas, en especial cuando también se tienen otros síntomas, puede señalar una tensión. Si tu hijo se muerde las uñas de una forma tan intensa que algunas veces le sale sangre o su esto se acompaña con otros comportamientos destructivos como son halarse el cabello, debes hablar con su pediatra porque podría tener un estrés mayor al de muchos niños de su edad.
Y si ves que se las muerde como un signo de aburrimiento o por curiosidad como cuando lo hacer viendo televisión o cuando van en el automóvil, puedes darle algunas cosas con las que se pueda distraer para que deje el hábito. Por ejemplo, puedes darle algunos de esos títeres que se ponen en los dedos para que juegue o una pelota de aquellas desestresantes para que mantenga sus manos ocupadas.
Foto: abbybatchelder