Casi siempre luego que nace un bebé el cordón umbilical y la sangre que contiene el mismo son desechados porque no se les daba ningún tipo de uso.
En los últimos años se han descubierto que gracias al mismo se pueden prevenir el desarrollo de ciertas enfermedades, ya que la sangre que contiene el cordón umbilical es rica en células madre sanguíneas y onomatopéyicas, que luego se pueden trasplantar en pacientes cuya médula ósea está deteriorada o enferma y se consiguen tratamientos terapéuticos muy beneficiosos.
Cualquier embarazada con un embarazo controlado y sin antecedentes de enfermedades transmisibles puede ser una posible donante de cordón umbilical, para ello debe solicitarle información a su obstetra de confianza o realizar las consultas pertinentes en cualquier banco de sangre de cordón umbilical existentes en la zona donde reside.
Para donar debe tener presente:
- Una minuciosa revisión de la historia clínica de la futura madre, para determinar si no posee enfermedades infecciosas, hematológicas o de cualquier otra procedencia.
- Al momento del parto se debe realizar un análisis de sangre para descartar cualquier infección que pudiera ser transmisible a la sangre del cordón umbilical.
- Un examen clínico del bebé recién nacido y opcionalmente se puede sugerir otro cuando el pequeño cumpla los tres meses de vida, para descartar enfermedades.
