Hablamos anteriormente de los síntomas que van sucediendo a medida que va avanzando la dentición, y es muy natural que nuestro bebé muchas veces por la inflamación de las encías se sienta molesto.
Lo que podemos hacer en esos casos es por un lado ofrecerle el pecho, en el caso que hayamos optado por la lactancia materna, u ofrecerle un poquito de agua en el biberón. Si bien esto lo calmará, no debe asombrarse si él mismo deja el pecho o el biberón, dado que el trabajo de succión produce algo de dolor en esos momentos.
Por otro lado el bebé querrá morderlo todo, así que ofrecerle un mordillo duro es una muy buena opción para calmar estos malestares.
Podemos a su vez realizarle unos suaves masajes sobre las encías con la yema de los dedos, o con un algodón humedecido frotando con mucho cuidado para no producir mas inflamación. También el frío es un excelente método para calmarlo, y hay mordillos que pueden ser enfriados para que el niño los lleve a su boca.
En cuanto a la higiene bucal, nada mejor que comenzarla cuanto antes, y para ello como es pequeño y aún bebé, se puede realizar con una gasa humedecida, sobre las encías y los dientes. Una vez llegado el año, ya podrá utilizar un cepillo de dientes de cerdas delicadas y suaves apto para bebés.
Foto: Gracias a Sam Pullara