Hay muchos bebés que adquieren el hábito de empujar la lengua para relajarse, esto se debe a un reflejo que adquieren durante la lactancia, y en la mayoría de los casos desaparece solo y espontáneamente. No deja secuelas y no interviene en el correcto desarrollo del bebé.
Como medio de precaución si notáramos que esto ocurre muy a menudo y a medida que avanza el tiempo, lo mejor es realizar una consulta con el pediatra, y este derivará si corresponde a odontopediatría. Es muy importante sobre todo si considera que existen factores de riesgo como presencia de amígdalas o vegetación muy grandes, que a la larga pueden perjudicar la posición de los dientes.
Este tema podría complicarse mucho más aún si persiste en el tiempo el uso del chupete, o la succión de los dedos por parte del niño, y si el pediatra observara alteraciones en la dentición, conviene que se comience el tratamiento rápidamente.
Este mismo consiste en la colocación de un aparato bucal con el que se impedirá dicho hábito, que solamente el pediatra odontólogo puede realizar.
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