Nada más desesperante que ver a nuestro pequeño bebé llorando y llorando, sabiendo que se siente muy molesto. A veces esto pasa cuando se encuentra resfriado, dado que su nariz está taponada y le dificulta no solo la respiración si no también en muchos casos su alimentación.
Como se encuentra molesto y no puede respirar correctamente, esto causa que no pueda tragar con normalidad, para poder ayudarlo podemos limpiarle la nariz sobre todo antes de darle su alimento y antes de acostarlo.
Unas gotas de suero fisiológico, suelen ser suficientes dentro de sus fosas nasales, pero si esto no es suficiente, puede emplear un aspirador nasal que presionará delicadamente dentro de la punta de la nariz y soltará despacio para quitar el exceso de mucosidad. Tenga presente que utilizarlo mucho tiempo puede irritar las fosas nasales de su bebé.
Si tenemos la posibilidad de conseguir un humidificador, podemos colocarlo cerca de la cuna del bebé ya que la humedad le ayudará a respirar mucho mejor.
En estos momentos es cuando más calma debemos transmitirle, por más que el pequeño llore y llore, es la única manera que podremos volver a calmarlo, si le contagiamos nuestros nervios solo empeoraremos la situación, muchas veces sobre todo cuando el niño se encuentra muy irritado, lo que necesita es tranquilidad, y como padres somos los encargados de transmitírsela.
En caso de no poder solucionarlo, no dude de consultar a su pediatra.
Foto: Gracias a glenmcbethlaw