Se dice que es mejor que las mujeres embarazadas se vayan acostumbrando a no dormir mucho, porque las incomodidades usuales como las náuseas, el reflujo y la necesidad constante de orinar no las dejarán. La mayoría de mujeres tienen problemas al dormir durante algún punto del embarazo. En este artículo os traigo algunas cosas que no te dejarán dormir durante el primer trimestre.
Problemas para conciliar el sueño durante el embarazo
En las primeras semanas del embarazo, empezarás sentirte adormilada durante el día. Esta necesidad de tomar siestas es causada por los elevados niveles de progesterona, una hormona femenina que te ayuda a regular el ciclo reproductivo, pero que también tiene un efecto sedante. Además de hacerte sentir cansada también podría hacerte sentir un poco mal, como si te estuviera empezando una gripe.
Otra situación que te puede suceder es que tus pechos se vuelven más sensibles y podría ser difícil encontrar una posición para dormir, especialmente si estás acostumbrada a dormir sobre tu estómago. Este primer semestre es perfecto para empezar a entrenarte a dormir en tu lado izquierdo para mejorar el flujo de sangre y nutrientes hacia el feto y el útero y para ayudar a tus riñones a desechar lo que no necesitas y algunos fluidos. Entre más pronto te acostumbres a esta posición, más pronto podrás dormir mejor cuando la barriga te empiece a crecer.
El último y principal problema para dormir es tu útero que está creciendo y pone presión en la vejiga y te envía corriendo al baño más frecuentemente de lo que te imaginabas. Si estás cansada de ir al baño, toma una gran cantidad de líquidos durante del día, pero disminúyelos durante la tarde y la noche.
Cuando todo esto te suceda recuerda que no estás sola. Más de la mitad de las mujeres embarazadas toman al menos una siesta durante la semana y otra los fines de semana. Sólo te queda aceptar que este primer trimestre te dejará agotada, y escucha a tu cuerpo cuando te diga que le bajes un poco al ritmo y descanses un poco.