Hasta antes de internet, la única forma de infidelidad que concebíamos era la que se vive en la realidad, hoy en día sabemos que la infidelidad se extiende al plano virtual, gracias a la era del chat, el messenger, los portales de contactos amistosos, los foros, todo ese menú de posibilidades de interrelacionar en la web, suponen formas de acercamiento que pueden llevar a quien menos lo piensa, a una forma de infidelidad, virtual pero infidelidad al fin.
Hay que tener muy claras las ideas sobre las relaciones de pareja, para sobrellevar las relaciones virtuales, no nos engañemos, arriesgar una relación real por una relación concebida a la luz de un ordenador, es una forma descabellada de arriesgar quizá una relación estable y duradera, pero como la excepción hace la regla, igual puedes encontrarte, aunque en raros casos, con alguien que suponga una relación de importancia en tu vida.
Cómo se manifiesta la infidelidad mediante la red
Pero la infidelidad virtual que es el tema que nos ocupa, se manifiesta en muchos niveles, ya puede ser apenas un coqueteo en la red, un intercambio de palabras amistosas o amorosas que no va más allá de eso, o puede convertirse en algo serio, un exponer una vida previamente construida, una relación de sexo virtual, también común hoy en día y el engaño que supone para quien ignora que otra persona ha pasado a involucrarse en su relación de pareja.
Hay que confrontar los hechos, si luego de una de estas relaciones virtuales de amistad, la misma se desarrolla en el sentido de dar paso a otros sentimientos sean por diversión, sean por afinidad, hay que hacer un alto, lo que harías en una relación real, y pensar ¿qué es lo que esperas de esta relación? ¿por qué te sientes animada a engañar la persona con la que compartes tu vida? hay que sincerarse del todo pero también hay que enfrentar otras importantes cuestiones, como la realidad, la verdad y la honestidad, porque todos sabemos que en un entorno real, todos están más propensos a distorsionar quién son y qué quieren.
Piensa bien antes de involucrarte en una relación que de jugueteo o coquetería puede llevarte por caminos peligros que te alejen de la felicidad o la relación que si cuenta en tu vida, o en el peor de los casos al pesar y el sufrimiento.