Una alergia es una reacción inmune a una sustancia en el ambiente que se llama un alergeno. Cuando un niño con alergias entra en contacto con un alergeno, ya sea tocándolo, respirándolo, comiéndolo o teniéndolo inyectado; su cuerpo lo ve como un invasor peligroso y suelta histaminas y otros químicos para combatirlo.
Estos químicos irritan el cuerpo y causan síntomas como tener mocos, estornudos, picazón y tos. Estos síntomas pueden ser moderados o más severos, así como intermitentes, como con las estaciones; o continuos por la exposición constante al alergeno.
En algunos casos, un alergeno puede causar una reacción severa, llamada Shock Anafiláctico, que es una emergencia médica y tiene síntomas como dificultad para tragar y respirar, y puede poner en peligro la vida.
Posibles alergenos incluyen comidas, drogas, insectos, ácaros, moho y polen; y pueden causar síntomas respiratorios como alergias nasales o rinitis alérgica, síntomas en la piel o problemas intestinales como en las alergias a las comidas.
Mayores culpables de las alergias nasales en bebés y niños
- Los ácaros del polvo, que son organismos microscópicos que se alimentan de piel humana y que produce el 85 por ciento de las alergias.
- piel animal que es como caspa hecha por la piel y los pelos que algunos animales tienen.
- El moho que se encuentra en lugares húmedos como baños y sótanos.
Algunos niños son alérgicos a las almohadas de plumones y de plumas, o a las cobijas de felpilla o de lana. Y si bien la mayoría de los especialistas no creen que los niños puedan ser alérgicos al humo del cigarrillo, éste puede hacer que los síntomas de la alergia empeoren.