Este tipo de personas que padecen trastorno de personalidad, pertenecen a un patrón general de excesiva dependencia por el otro, que ocasiona un comportamiento de sumisión, adhesión y temores ante la posibilidad de separación, que empieza al inicio de la edad adulta y se da en varios contextos, como lo mostramos más abajo.
Los sujetos con este trastorno tienen a menudo grandes dificultades para tomar decisiones cotidianas, si éstas no se ven apoyadas por los demás (criterio 1). Los sujetos con este trastorno suelen ser pasivos y a permitir que lo demás tomen las decisiones por ellos (criterio 2). Esta necesidad de que los demás asuman sus responsabilidades va más allá de lo que podemos denominar apropiado.
Este trastorno puede darse también en individuos que tienen alguna enfermedad discapacitante, pero para diagnosticar este trastorno, la dificultad para asumir responsabilidades debe ir más allá de lo que normalmente se asocia a su enfermedad.
Síntomas de una persona con este trastorno
- Este tipo de personas, presenta dificultades a la hora de tomar decisiones si no cuenta con el respaldo y las recomendaciones de los demás.
- Tiende a permitir que otros asuman sus propias responsabilidades.
- No expresa desacuerdos por temor al rechazo o a la pérdida de apoyo o aprobación.
- Evita los puestos de trabajo relacionados con la responsabilidad y el liderazgo, en relación con lo anterior presenta dificultad para iniciar proyectos debido a la falta de confianza en su propio juicio o sus capacidades.
- Conducido por su deseo de lograr protección y apoyo, se ofrece como voluntario para realizar tareas desagradables, o toma trabajos poco gratificantes.
- Al finalizar una relación de pareja, se encamina rápidamente en la búsqueda intensa de otra relación que le proporciones el cuidado y la contención que siente que necesita.
- Siente temor exagerado e irreal a ser abandonado o quedarse solo, debido a su falta de confianza para cuidarse a sí mismo.
Cualidades de personas con trastorno de dependencia
Suele tratarse de gente que ha sido muy sobreprotegida desde pequeños, creando en ellos la sensación de que no saben valérselas por sí mismos, con la lógica indefensión ocasionada. No es menos cierto que la persona con dependencia se aferra cómodamente a su rol y continúa perpetuando esta sobreprotección de los demás, enganchándose a ellos para así afrontar las exigencias de la vida.
En este trastorno de la personalidad aparece el miedo en forma de temor al abandono, temor a la soledad no por motivos afectivos, sino por no saber arreglárselas ante las diferentes situaciones. Para evitar este abandono, harán cualquier cosa obedeciendo a sus miedos y a su dependencia.
El trastorno de personalidad por dependencia, es una patología que necesita de ayuda profesional, para ser superado, no dude en consultar con su terapeuta.
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