Si tenemos espacio en nuestra casa para hacer un anexo puede ser una buena solución para problemas de espacio y por si queremos un nuevo lugar con un objetivo en general. El mejor punto para empezar a pensar en una reforma es hacer una lista de los problemas que queremos resolver y los objetivos que queremos alcanzar con ella, algo que hará que todo sea mucho más claro.
Una vez hayas hecho esa lista, puedes ponerla en orden de prioridad. Y sabiendo que es lo que quieres conseguir con la reforma, puedes hacer más fácil que tu constructor haga un plan basándose en las cosas necesarias como la ubicación en la casa para poder poner lo que se requiera como la electricidad y el agua corriente, en caso de que ese sea tu objetivo.
Cuando ya sepas cuál es la reforma que quieres hacer en tu hogar, debes asegurarte de revisar muy bien las restricciones legales de lo que se puede construir en el área en la que vives y en tu propiedad. Esto porque en muchos lugares el gobierno tiene líneas estrictas sobre los límites de propiedades, las restricciones de altura y la preservación de distritos históricos.
Otro consejo para que tengas en cuenta cuando estés diseñando tu nuevo espacio es el de tener la mente abierta a nuevas posibilidades. Por ejemplo, si vas a hacer un nuevo baño en la casa, piensa en la posibilidad de poner algunas de tus cosas allí, y no sólo en el baño que usas con frecuencia, así te permitirás utilizar ese nuevo espacio y sacarle el máximo provecho posible.