En circunstancias normales el realizar viajes durante el embarazo no tiene nada de difícil o de complicado, pero si necesitas hacer algunos planes de más y tomar algunas precauciones extra. Y es que tu cuerpo y tu salud no es la misma que cuando no estabas embarazada y cualquier pequeño cambio te puede afectar de formas que no te imaginas, así que lo mejor es que sigas algunos consejos muy simples.
Planea estos viajes en momentos en los que no tengas programado ningún examen. Y es que existen ciertos momentos del embarazo en que esta clase de tests son necesarios como el de la amniocentesis entre las quince y las dieciocho semanas y un ultrasonido entre las dieciséis y las veinte semanas. Por eso es mejor que no estés de viaje cuando te los tengas que hacer y espera a que tengas los resultados, así podrás planear mejor todo y tener un viaje más seguro.
También debes asegurarte de tener siempre los suficientes medicamentos que necesites, empacando una cantidad suficiente de tus prescripciones, de tus vitaminas prenatales e incluso de aquellos medicamentos que puedes conseguir en cualquier farmacia, pero que seguro necesitarás durante tu viaje, en especial si vas a un lugar que no conoces y no sabes en donde conseguirlas fácilmente.
Lo mejor es que mantengas las medicinas que te han prescrito en su empaque original, es decir sin sacarlas para ponerlas en pastilleros por aparte, y llevar la fórmula que te dio el médico. Así si tu equipaje es revisado por la policía, la aerolínea o cualquier otra persona oficial, podrán ver el nombre claro de cada uno de estos medicamentos y que fue prescrito especialmente para ti por una persona cualificada.
