Su más fuerte ventaja es evidente: se pueden portar con facilidad, protegen los objetos que en él se introducen, es más resistente y es impermeable a la lluvia a comparación de los bolsos de tela.
Su solidez puede proyectar sencillez y a la vez formalidad, ya que sabes que no es endeble y que puede ser fácilmente manipulable para algunas circunstancias.
Cuando un bolso de mano es rígido, también es posible que sea incomodo y poco ergonómico para con la mano. Por eso algunos diseños tienen a bien integrar una especie de mango que no termina de ser precisamente una asa, pero resulta casi tan útil como una, además de ser más discreta y vanguardista, como es el caso de la pieza de la fotografía.
Se trata de un clutch Alexander McQueen llamado Knuckle Duster, cuya superficie brillante refracta la luz y logra así una apariencia elegante y sofisticada, sumamente apropiada para ocasiones formales.
La especie de asa es metálica y con pequeñas formar barrocas, tiene forma de anillos unidos en una ligera lineal que se ajusta a una forma que permite que los cuatro dedos entren y se puedan asir al bolso.
Este bolso de mano tiene un precio de 1, 595 dólares, su efecto es similar al cristalino y su color es el petróleo.
Foto: net-a-porter
